Desde Uruguay a la Argentina a pura brazada

Mécanico de prófesión y fanático tanto del boxeo como de las artes marciales, él siempre tuvo una asignatura pendiente pero no fue por demasiado tiempo porque, al cumplir cuatro décadas, se zambulló a la pileta para mucho más que sortear la crísis de la mediana edad. Siete años después, a sus 47 con el apoyo incondicional de su esposa Viviana Palesvsky e hija Natalia, Rubén López intentará uno de los desafíos més exigente de la natación de aguas abiertas cuando el próximo 20 de diciembre cruce a pura brazada el Río de la Plata tal como se lo contó a Eldepornauta.com.
Discípulo del triatleta IronMan y guardavidas Jorge Rakos, quien tras radicarse en España, lo dejó en manos del profesor Marcelo Ferretti, su entrenamiento consiste en veintinco horas semanales de natación en base a una planificación que cumple desde hace más de dos años y a la que le suma la experiencia adquirida como finisher de maratones acuáticos en la provincia de Buenos Aires como el Cruce de la laguna de Chascomús; San Pedro; Monte y Ramallo. “La fecha originalmente programada es el 20 de diciembre pero depende de las condiciones climáticas, serán 42 kilómetros de nado desde las playas uruguayas de Colonia hasta la costa argentina de Punta Lara, provincia de Buenos Aires, será un reto de superación personal que demostrará los beneficios a la saluda que genera la natación, en mi caso me ayudó a dejar de fumar, algo que jamás había logrado cuando practicaba boxeo y artes marciales ”, explicó Rubén López que será seguido en forma permanente por un fiscalizador oficial de Uruguay junto con embarcaciones con guardavidas; tripulantes y personal de prefectura.
“Mi referente es El Patón Roberto Arena, él cruzó el Río de la Plata en 2007 al igual que su padre Vicente Arena lo había hecho a fines de la década del cuarenta, es una fuente de inspiración y trato de incoporar sus recomendaciones”, afirmó López que braceará sin traje de neoprene, sólo gorra y antiparras como toda protección contra el frío y las olas. Además del aspecto técnico que pule en cada sesión en la pileta, la otra cara de la moneda consiste en la alimentación, ese entrenamiento invisible a cargo del nutricionista Fernando Beninati, con quien diagraman el abastecimiento durante esta travesía acuática. “Probamos con geles y barritas de cereal, ambos productos fueron muy efectivos para recobrar energía durante largas distancias pero luego me dan acidez, luego intentamos con queso y dulce de batata que no tuvieron contraindicaciones estomacales pero no aportan toda la energía de un gelo o una barrita”, señaló este Acuamán de Avellaneda que encontró la solución en la cocina de su casa ya que su mujer e hija le preparan un suerte de flan casero de banana con avena; miel y leche condensada que se cocina de forma tal que no necesita mucha masticación. “También me hidrataré cada cuarenta minutos con agua con maltodrextina e infusiones”, se despidió Rubén López cuyo nombre está a un par de brazadas de inscribirse en la historia de la natación rioplatense.


Fuente: http://www.eldepornauta.com.ar