JUAN PABLO ROMERO
Mientras se sacaba las fotos para esta nota, en una plaza céntrica de Montevideo, la mayoría de las personas que pasaban cerca y la veían se mostraban sorprendidos por la extraña situación, ya que parecían no conocer a la fotografiada. Otros, tal vez un poco más cercanos al deporte, se percataban de quien era, pero seguían su rumbo. La minoría, en cambio, se detenía con curiosidad a observar más de cerca el acontecimiento y a esta joven y prometedora atleta uruguaya.
La dueña de la plaza era Deborah Rodríguez. La celeste que a sus 19 años es múltiple campeona nacional y sudamericana, medallista juvenil panamericana y mundial y con un futuro realmente esperanzador en el atletismo. Quizás no sea tan reconocida como Luis Suárez, Diego Forlán o Edinson Cavani, pero no tiene nada que envidiarle a estas súper estrellas del deporte uruguayo. "Algunos pocos se dan cuenta de quien soy, pero igual a mí me da un poco de vergüenza. Por eso, generalmente, ando con lentes o, si puedo, con la capucha", comentó la joven atleta.
Deborah se destacó en los recientes Juegos Olímpicos de Londres en los 400 metros con vallas al bajar en más de un segundo y medio su marca personal y récord nacional (58``63) y clavar el cronómetro en 57``04, hecho que le permitió quedar en el puesto 28 y ser la mejor de Sudamérica. Y no debemos perder de vista que apenas tiene 19 años, una edad muy joven para su deporte y, en especial, para los 400 vallas. Sólo hay que mirar hacia el costado y regresar a Londres donde el dominicano Félix Sánchez se quedó con el oro con 34 años en la misma disciplina de la uruguaya.
Pero la estupenda temporada de Deborah no se queda en el máximo evento del deporte, ya que en septiembre alcanzó su sexta presea sudamericana en el certamen Sub 23 que se disputó en San Pablo. Fue la de oro, marcando 57``63, su segunda mejor marca y dejando muy lejos a sus principales rivales.
"El 2012 fue un sueño hecho realidad. Creo que lo que me pasó fue muy grande, fue uno de los mejores años de mi vida", recalcó la atleta y agregó: "La clave está en la experiencia. Creo que cada experiencia es única y creo que la experiencia en todo ser humano hace que uno crezca como persona y como atleta. También fue muy importante lo de mi entrenador Andrés Barrios, quien realmente ha hecho una gran labor en la proyección de mis objetivos, en los entrenamientos, en la planificación para mis competencias y realmente para mí eso es importantísimo, al igual que el apoyo de mi familia".
Es que su familia y Dios son dos de los grandes soportes de su vida. En todo momento de lo conversación recurre a una de estas dos palabras. "Le doy gracias a Dios por darme el don de correr, el don de ser inspiración de muchas personas". Pero va más lejos: "Dios juega un gran papel en mi vida, porque me enseñó a no perder la esperanza, aún cuando estás pasando por los peores momentos de tu vida, o cuando estás viendo que todo está yendo mal, es en ese momento donde Dios me ayudó a pensar que siempre hay esperanza. Mi abuelo se murió hace dos años y yo siento su presencia siempre, en cada carrera, en cada competición, en cada entrenamiento, y me ayudó a creer más en Dios, en la presencia de mi abuelo y en la fortaleza de mi familia".
Esa misma creencia, sumado a sus grandes virtudes físicas y técnicas, son las que a Deborah la ayudan a pensar en un gran futuro. Y tiene certezas y argumentos para hacerlo: "Venimos haciendo una proyección por la cual por año estamos mejorando un segundo y un segundo en atletismo es muchísimo tiempo, o sea que, pensando de acá al 2016, si seguimos con esta proyección, mejorando así como venimos mejorando, puede ser que en Rio pensemos en una final, o en una semifinal, en los Juegos Olímpicos, que para mí sería algo increíble".
"Los Juegos Olímpicos de Londres fueron una experiencia sumamente perfecta donde realicé una gran perfomance, pero ahora Londres ya es parte del pasado. Los que tenemos los atletas es que no nos quedamos en el pasado; no terminamos de competir que ya pensamos en el futuro".
El 2013 le deparará dos grandes objetivos: el Sudamericano de mayores en Chile y el Mundial, también de mayores, en Moscú. "Quiero ser semifinalista del mundo el año que viene, que con 20 años sería otro sueño hecho realidad", sentencia la esperanza celeste.
Creencia. "Dios me enseñó a no perder la esperanza, aún en los peores momentos".
Perspectiva. "Por año estamos mejorando un segundo. Podemos pensar en la final de Rio".
La dueña de la plaza era Deborah Rodríguez. La celeste que a sus 19 años es múltiple campeona nacional y sudamericana, medallista juvenil panamericana y mundial y con un futuro realmente esperanzador en el atletismo. Quizás no sea tan reconocida como Luis Suárez, Diego Forlán o Edinson Cavani, pero no tiene nada que envidiarle a estas súper estrellas del deporte uruguayo. "Algunos pocos se dan cuenta de quien soy, pero igual a mí me da un poco de vergüenza. Por eso, generalmente, ando con lentes o, si puedo, con la capucha", comentó la joven atleta.
Deborah se destacó en los recientes Juegos Olímpicos de Londres en los 400 metros con vallas al bajar en más de un segundo y medio su marca personal y récord nacional (58``63) y clavar el cronómetro en 57``04, hecho que le permitió quedar en el puesto 28 y ser la mejor de Sudamérica. Y no debemos perder de vista que apenas tiene 19 años, una edad muy joven para su deporte y, en especial, para los 400 vallas. Sólo hay que mirar hacia el costado y regresar a Londres donde el dominicano Félix Sánchez se quedó con el oro con 34 años en la misma disciplina de la uruguaya.
Pero la estupenda temporada de Deborah no se queda en el máximo evento del deporte, ya que en septiembre alcanzó su sexta presea sudamericana en el certamen Sub 23 que se disputó en San Pablo. Fue la de oro, marcando 57``63, su segunda mejor marca y dejando muy lejos a sus principales rivales.
"El 2012 fue un sueño hecho realidad. Creo que lo que me pasó fue muy grande, fue uno de los mejores años de mi vida", recalcó la atleta y agregó: "La clave está en la experiencia. Creo que cada experiencia es única y creo que la experiencia en todo ser humano hace que uno crezca como persona y como atleta. También fue muy importante lo de mi entrenador Andrés Barrios, quien realmente ha hecho una gran labor en la proyección de mis objetivos, en los entrenamientos, en la planificación para mis competencias y realmente para mí eso es importantísimo, al igual que el apoyo de mi familia".
Es que su familia y Dios son dos de los grandes soportes de su vida. En todo momento de lo conversación recurre a una de estas dos palabras. "Le doy gracias a Dios por darme el don de correr, el don de ser inspiración de muchas personas". Pero va más lejos: "Dios juega un gran papel en mi vida, porque me enseñó a no perder la esperanza, aún cuando estás pasando por los peores momentos de tu vida, o cuando estás viendo que todo está yendo mal, es en ese momento donde Dios me ayudó a pensar que siempre hay esperanza. Mi abuelo se murió hace dos años y yo siento su presencia siempre, en cada carrera, en cada competición, en cada entrenamiento, y me ayudó a creer más en Dios, en la presencia de mi abuelo y en la fortaleza de mi familia".
Esa misma creencia, sumado a sus grandes virtudes físicas y técnicas, son las que a Deborah la ayudan a pensar en un gran futuro. Y tiene certezas y argumentos para hacerlo: "Venimos haciendo una proyección por la cual por año estamos mejorando un segundo y un segundo en atletismo es muchísimo tiempo, o sea que, pensando de acá al 2016, si seguimos con esta proyección, mejorando así como venimos mejorando, puede ser que en Rio pensemos en una final, o en una semifinal, en los Juegos Olímpicos, que para mí sería algo increíble".
"Los Juegos Olímpicos de Londres fueron una experiencia sumamente perfecta donde realicé una gran perfomance, pero ahora Londres ya es parte del pasado. Los que tenemos los atletas es que no nos quedamos en el pasado; no terminamos de competir que ya pensamos en el futuro".
El 2013 le deparará dos grandes objetivos: el Sudamericano de mayores en Chile y el Mundial, también de mayores, en Moscú. "Quiero ser semifinalista del mundo el año que viene, que con 20 años sería otro sueño hecho realidad", sentencia la esperanza celeste.
Creencia. "Dios me enseñó a no perder la esperanza, aún en los peores momentos".
Perspectiva. "Por año estamos mejorando un segundo. Podemos pensar en la final de Rio".
El llanto final
Tras su participación en Londres, la atleta se largó a llorar. "La emoción fue increíble, porque era una marca que deseaba con todas mis fuerzas y la pude lograr", dijo.Grandes amigos
"Para mi significó muchísimo entrenar al lado de Andrés Silva y de Heber Viera. Son mis héroes y los admiro mucho por el trabajo que hicieron como atletas y personas"Sigue estudiando
A pesar de su poco tiempo, Deborah continúa estudiando derecho en el Claeh de Maldonado e inglés en la Alianza. "Es un sacrificio enorme poder terminar los estudios".Creen en ella
Empresas como Nike, Rati-Salil, Cot, Stiler e institutos como Claeh y Alianza apoyan a Deborah Rodríguez para que la atleta pueda seguir creciendo en su deporte.57,4 SEGUNDOS
Es la marca que Deborah realizó en los Juegos Olímpicos y que estableció como récord nacional.6 MEDALLAS
Sudamericanas, entre torneo juveniles y de mayores, son las que posee. La última fue de oro en San Pablo.22 AÑOS
Tendrá la joven uruguaya en los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro, ya que cumple el 2 de diciembre.
FUENTE: Ovación
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