En el Día del Amigo, Andrés Silva y Déborah Rodríguez vuelven a viajar juntos a una competencia internacional, algo habitual para ellos. Pero esta vez es, nada más y nada menos, rumbo a los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Y antes de viajar hablaron con llamaceleste.com de esta amistad.
"Nos llevamos muy bien porque no solo que nos complementamos sino que mi experiencia sirve mucho para que Déborah tenga un guía en su carrera deportiva y a mí me sirve mucho estar con ella también porque aprendemos mutuamente de cosas de la vida", comentó Silva, quien va por sus terceros Juegos Olímpicos, los primeros en 400 con vallas.
"Hace cinco años que estoy en el Campus de Maldonado y Andrés es muy importante como el equipo que compartimos porque te contienen en un deporte solitario como éste. Imaginate que cuando estaba en Montevideo, ir a entrenar con el mejor de todo el país y de los mejores del mundo era un gran orgullo para mí. Siempre él ha sido una gran motivación. Me enseñó mucho como atleta y como persona, y eso es más importante. Nuestra relación esta basada en el respeto. Nos respetamos, nos ayudamos, nos motivamos. Siempre voy a estarle muy agradecida, por su compañía, respeto y por todos los consejos que siempre me da y eso lo hace grande a él", contó Débora, de sólo 19 años, quien va por su debut olímpico también en los 400 con vallas.
--¿Y cómo viven la previa de los Juegos? ¿Hablan mucho?
Andrés: --Yo, en toda la previa, intenté no hablarle mucho de los Juegos para no perder el enfoque en la rutina de entrenamiento. Los Juegos son un evento más en nuestra carrera, no es el último objetivo que tenemos planteado y hay que estar con la cabeza fría.
Déborah: --Siempre algún consejo va pero hay que hablar cuando es necesario porque sino genera mucho más ansiedad y eso puede ser algo negativo. Es una competencia más y hay que verlo así y no como un gran evento.
Sin embargo, ya a punto de subirse al avión, los nervios fueron en aumento: "En estos últimos días fui poniéndome más nervioso. Era como que tenía un sentimiento reprimido", confesó Silva, quien sueña con una final olímpica. "Eso sería como una medalla. Pero hay que ir carrera a carrera. Nuestro primer objetivo es tratar de hacer una buena primera carrera y estar en semifinales", explicó.
La tercera pata en esta historia tiene nombre y apellido: Andrés Barrios. Él es el entrenador de ambos en el Campus de Maldonado. "Imaginate que son casi 15 años con Andrés, entrenando doble turno, viajando por el mundo. Pasé más tiempo con Andrés que con toda mi familia en la historia. Y ya voy cinco años con Déborah y tenemos la chance de disfrutar mucho más tiempo de este deporte", comentó Barrios a llamaceleste.com. "Hay momentos buenos, malos, momentos de choque porque uno exige mucho. Yo tengo 40, Andrés 26 y Déborah 19 años y hay ciertas cosas que se ven distinto por la edad, pero entre nosotros hay mucho diálogo y tolerancia", agregó.
--¿Y cómo están Andrés y Déborah ya para los Juegos?
Barrios: --Andrés llegó con marca A y eso es un mérito enorme. Este año no tuvo un buen año, terminó mal el 2011 por la lesión en los Juegos Panamericanos y eso le va a costar lo que queda de este año y parte del que viene porque es muy difícil volver a estar al 100% para este nivel. Y con Déborah, nuestro objetivo es el Sudamericano Sub 23, prefiero un buen puesto en su categoría y no que le vaya bárbaro en Londres y nos quedemos sin medalla en el Sudamericano. Ella, por su parte, ni se imagina lo que le espera, lo que va a vivir ahora. Ya lo viví con Andrés cuando viajó con 18 años a Atenas 2004.
Andrés y Déborah están en vuelo rumbo a sus primeros Juegos Olímpicos compartidos. Esos amigos del atletismo basan en el respeto esta amistad y compañerismo de tantos años.
--¿Cómo definís a Déborah?
Andrés: --Cuesta un poco describir a alguien. Déborah es una persona que tiene una capacidad de aprendizaje muy importante, tiene una actitud abierta y eso la hace muy sociable, es muy compañera, alegre, sabe adaptarse a la situación y complementarse con los demás y eso la va a ayudar para seguir mejorando como atleta y creciendo como persona.
--¿Cómo definís a Andrés?
Déborah: --Es inteligente, capaz, soñador, siempre logra los objetivos que se propone, es muy seguro, con mucha confianza, es una persona muy sabia. Mantiene su humildad y eso lo hace grande. Yo lo tengo en lo más alto. Él siempre ha estado conmigo en las buenas y en las malas y siempre le voy a agradecer como amiga por eso.
Un Día del Amigo muy especial para ambos.
Fuente y fotos: http://llamaceleste.com
"Hace cinco años que estoy en el Campus de Maldonado y Andrés es muy importante como el equipo que compartimos porque te contienen en un deporte solitario como éste. Imaginate que cuando estaba en Montevideo, ir a entrenar con el mejor de todo el país y de los mejores del mundo era un gran orgullo para mí. Siempre él ha sido una gran motivación. Me enseñó mucho como atleta y como persona, y eso es más importante. Nuestra relación esta basada en el respeto. Nos respetamos, nos ayudamos, nos motivamos. Siempre voy a estarle muy agradecida, por su compañía, respeto y por todos los consejos que siempre me da y eso lo hace grande a él", contó Débora, de sólo 19 años, quien va por su debut olímpico también en los 400 con vallas.
--¿Y cómo viven la previa de los Juegos? ¿Hablan mucho?
Andrés: --Yo, en toda la previa, intenté no hablarle mucho de los Juegos para no perder el enfoque en la rutina de entrenamiento. Los Juegos son un evento más en nuestra carrera, no es el último objetivo que tenemos planteado y hay que estar con la cabeza fría.
Déborah: --Siempre algún consejo va pero hay que hablar cuando es necesario porque sino genera mucho más ansiedad y eso puede ser algo negativo. Es una competencia más y hay que verlo así y no como un gran evento.
Sin embargo, ya a punto de subirse al avión, los nervios fueron en aumento: "En estos últimos días fui poniéndome más nervioso. Era como que tenía un sentimiento reprimido", confesó Silva, quien sueña con una final olímpica. "Eso sería como una medalla. Pero hay que ir carrera a carrera. Nuestro primer objetivo es tratar de hacer una buena primera carrera y estar en semifinales", explicó.
La tercera pata en esta historia tiene nombre y apellido: Andrés Barrios. Él es el entrenador de ambos en el Campus de Maldonado. "Imaginate que son casi 15 años con Andrés, entrenando doble turno, viajando por el mundo. Pasé más tiempo con Andrés que con toda mi familia en la historia. Y ya voy cinco años con Déborah y tenemos la chance de disfrutar mucho más tiempo de este deporte", comentó Barrios a llamaceleste.com. "Hay momentos buenos, malos, momentos de choque porque uno exige mucho. Yo tengo 40, Andrés 26 y Déborah 19 años y hay ciertas cosas que se ven distinto por la edad, pero entre nosotros hay mucho diálogo y tolerancia", agregó.
--¿Y cómo están Andrés y Déborah ya para los Juegos?
Barrios: --Andrés llegó con marca A y eso es un mérito enorme. Este año no tuvo un buen año, terminó mal el 2011 por la lesión en los Juegos Panamericanos y eso le va a costar lo que queda de este año y parte del que viene porque es muy difícil volver a estar al 100% para este nivel. Y con Déborah, nuestro objetivo es el Sudamericano Sub 23, prefiero un buen puesto en su categoría y no que le vaya bárbaro en Londres y nos quedemos sin medalla en el Sudamericano. Ella, por su parte, ni se imagina lo que le espera, lo que va a vivir ahora. Ya lo viví con Andrés cuando viajó con 18 años a Atenas 2004.
Andrés y Déborah están en vuelo rumbo a sus primeros Juegos Olímpicos compartidos. Esos amigos del atletismo basan en el respeto esta amistad y compañerismo de tantos años.
--¿Cómo definís a Déborah?
Andrés: --Cuesta un poco describir a alguien. Déborah es una persona que tiene una capacidad de aprendizaje muy importante, tiene una actitud abierta y eso la hace muy sociable, es muy compañera, alegre, sabe adaptarse a la situación y complementarse con los demás y eso la va a ayudar para seguir mejorando como atleta y creciendo como persona.
--¿Cómo definís a Andrés?
Déborah: --Es inteligente, capaz, soñador, siempre logra los objetivos que se propone, es muy seguro, con mucha confianza, es una persona muy sabia. Mantiene su humildad y eso lo hace grande. Yo lo tengo en lo más alto. Él siempre ha estado conmigo en las buenas y en las malas y siempre le voy a agradecer como amiga por eso.
Un Día del Amigo muy especial para ambos.
Fuente y fotos: http://llamaceleste.com
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